San José, casto esposo de la Virgen María intercede para
obtenerme el don de la pureza.
Tú que, a pesar de tus inseguridades personales supiste
aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener
esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar, a lo que el Señor me
pida.
Varón prudente que no te apegas a las seguridades humanas sino
que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado obténme el auxilio
del Divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las
seguridades terrenales.
Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad
silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones, para que pueda
crecer cada día más en ellas y así asemejarme día a día al modelo de la plena
humanidad: EL SEÑOR JESÚS.
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