7.30.2016

SOLO POR HOY


  • Sólo por hoy seré feliz. La felicidad es algo interior; no es asunto de afuera.
  
  • Sólo por hoy, trataré de ajustarme a lo que es y no trataré de ajustar todas las cosas a mis propios deseos. Aceptaré mi familia, mi trabajo y mi suerte como son y procuraré encajar en todo ello.

  • Sólo por hoy ejercitaré mi alma de tres modos. Haré a alguien algún bien sin que él lo descubra. Y haré dos cosas que no me agrada hacer.

  • Sólo por hoy, seré agradable, me mostraré cortés, no criticaré a nadie, no encontraré defectos en nada y no intentaré dirigir o enmendar la plana al prójimo.

  • Sólo por hoy, tendré media hora tranquila de soledad y descanso. En esta media hora pensaré confiadamente en DIOS, a fin de conseguir una mayor perspectiva para mi vida.
  
  • Sólo por hoy, no tendré miedo y especialmente no tendré miedo de ser feliz, de disfrutar de lo bello; de amar y de creer que los que amo me aman.

7.28.2016

EL ALPINISTA


Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua, inicio su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria para el solo, por lo tanto subió sin compañeros.

Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y mas tarde, y no se preparo para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima, y oscureció. La noche cayo con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a sólo 100 metros de la cima, se resbalo y se desplomo por los aires… caía a una velocidad vertiginosa. Sólo podía ver veloces manchas mas oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo… y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, el pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos. Sí, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar:

– ¡Ayúdame Dios mío!

De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contesto:

– ¿QUE QUIERES QUE HAGA?

– Sálvame Dios mío, decía él.

– ¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?

A lo que el Alpinista respondía:

– Por supuesto, Señor.

– ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE.

Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó…

Cuenta el equipo de rescate que el otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza con las manos a una cuerda… ¡a tan sólo dos metros del suelo!

¿Y tu? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda? ¿Por qué no la sueltas?

7.26.2016

LA REINA DE LAS ABEJAS.


Érase una vez un rey que tenía tres hijos. Los mayores eran muy aventureros, tanto que un día decidieron abandonar el palacio donde vivían para ir en busca de aventuras. Fueron de acá para allá, disfrutando de una vida sin responsabilidades ni obligaciones. Tanto les gustó su nueva vida que decidieron no volver jamás a casa.

Un día el hermano pequeño, al que todos llamaban “El bobo”, decidió ir a buscar a sus hermanos mayores para unirse a ellos. Cuando por fin el hermano pequeño encontró a los mayores, estos se burlaron de él, pero finalmente se fueron todos juntos.

Al rato llegaron a un hormiguero. Los dos mayores quisieron revolverlo para ver cómo las hormigas correteaban asustadas de un lado a otro, pero el bobo les pidió que las dejaran en paz. Los mayores accedieron y siguieron el camino.


Finalmente, los tres hermanos llegaron a una colmena cargada de miel. Los mayores querían acabar con las abejas prendiendo fuego bajo el árbol y así poder coger la miel. El bobo, una vez más, les pidió que dejaran en paz a las abejas. Los mayores accedieron y continuaron caminando.

Al rato, los tres hermanos llegaron a un palacio en el que solo había un montón de caballos petrificados. Juntos recorrieron el edificio hasta encontrar una puerta que tenía tres cerrojos. En mitad de la puerta, había una mirilla y por ella se podía ver lo que había dentro.

Los hermanos miraron y vieron a un hombrecillo gris sentado a una mesa. Lo llamaron a voces una vez, pero no los oyó. Lo llamaron una segunda vez, pero tampoco contestó. Cuando llamaron por tercera vez, el hombrecillo se levantó y salió. Sin decir ni una palabra, los agarró y los condujo a una mesa llena de exquisitos manjares.

Después de comer, el hombrecillo llevó a cada uno de ellos a un dormitorio, donde durmieron plácidamente. Por la mañana, el hombrecillo entró en el dormitorio donde dormía el mayor, le hizo señas con la mano y lo llevó a una mesa de piedra, sobre la que estaban escritas las tres pruebas que había que superar para desencantar el palacio.

La primera prueba consistía en buscar las mil perlas de la princesa que estaban en el bosque, debajo del musgo, y llevarlas al palacio antes de que se hiciera de noche. El hermano mayor fue a buscarlas. Cuando anocheció solo había encontrado cien perlas, así que quedó convertido en piedra.

Al día siguiente, el hombrecillo fue a buscar al segundo hermano y le encomendó la misma tarea. Pero como al anochecer solo había conseguido encontrar doscientas perlas quedó convertido en piedra también.

Entonces llegó el turno del hermano pequeño, del bobo. Este, al ver lo difícil que era la tarea, se sentó en una piedra a llorar. El rey de las hormigas, que lo había seguido para darle las gracias, lo vio llorar. En agradecimiento por haber salvado su colonia fue a buscar a sus hermanas hormigas y, entre todas, encontraron las perlas y las llevaron al lugar acordado.

Pero todavía quedaban dos pruebas más. La segunda prueba consistía en sacar del mar la llave de la alcoba de la princesa. El bobo, asustado, se puso a llorar. Entonces se acercaron nadando los patos a los que él una vez había salvado, que le habían seguido para darle las gracias. Los patos se sumergieron en el mar y sacaron la llave del fondo.

Solo faltaba una prueba para deshacer la maldición. La prueba consistía en escoger a la más joven de las tres durmientes hijas del rey. Pero las tres eran exactamente iguales. Lo único que se diferenciaban era que la mayor había tomado un terrón de azúcar, la segunda sirope y la menor una cucharada de miel. Para encontrar a la pequeña solo había una manera: identificar el olor de la miel en el aliento de las niñas.

Pero como el bobo no diferenciaba entre los tres olores dulces de la miel, el sirope y el azúcar se puso a llorar. Entonces llegó la reina de las abejas, que lo había seguido para darle las gracias y se posó en la boca que había tomado miel. De este modo, el bobo reconoció a la más pequeña de las princesas.

En ese momento se deshizo el encantamiento y todo volvió a la normalidad. El bobo se casó con la más joven de las princesas, que era también la preferida del rey, que los nombró herederos de la corona.

Los otros dos hermanos se casaron con las otras dos princesas y ayudaron a su hermano a reinar, olvidándose de su antigua vida de holgazanería.
                  

Autor: Hermanos Grimm.

7.23.2016

ORACIÓN DEL FIAT



Santa María, ayúdame a esforzarme, según el máximo de mi capacidad y el máximo de mis posibilidades para así responder al Plan de Dios en todas las circunstancias concretas de mi vida.

Amén.

7.21.2016

TRES GRANDES LECCIONES.


 Lección 1
 
Un cuervo estaba en un árbol sin hacer nada en todo el día. Un conejito le vio y le preguntó:

- ¿Puedo quedarme contigo sin hacer nada en todo el día?
- Claro ¿Por qué no? -respondió el cuervo.

Así que el conejito se sentó en el suelo, bajo el árbol, y descansó. De repente apareció un zorro que saltó sobre el conejo y se lo comió.

Moraleja: Para pasarte el día sentado, sin hacer absolutamente nada, debes estar sentado... muy, muy arriba.

Lección 2

Un pavo charlaba con un toro:

- Me encantaría ser capaz de subir a lo alto de ese árbol, pero no tengo energías.
- Bien ¿Por qué no pruebas mi estiércol? Está lleno de nutrientes.

El pavo comió un poco de estiércol y comprobó que, efectivamente, le daba fuerzas para alcanzar la primera rama del árbol. Al día siguiente, tras comer un poco más, subió a la segunda rama.

Tras dos semanas estaba orgulloso, en lo alto del árbol. Muy pronto lo divisó un granjero que inmediatamente lo derribó de dos tiros.

Moraleja: La mierda puede alzarte a la cumbre, pero no te mantendrá allí.

Lección 3

Un pájaro volaba hacia el sur para invernar. Hacía tanto frío que el pájaro, helado, cayó al suelo agotado. Mientras estaba tendido en el suelo pasó una vaca y dejó caer unas boñigas sobre él. Envuelto en el montón de estiércol, el pájaro se dio cuenta de lo cálido y a gusto que estaba allí. Se sintió tan feliz que empezó a cantar de alegría.

Oyendo un pájaro cantar, un gato se acercó a investigar. Descubrió al pájaro bajo el montón de estiércol, lo desenterró ¡Y rápidamente se lo comió!


Moraleja: No todo el que se caga en ti es tu enemigo. No todo el que te saca la mierda es tu amigo. Cuando estés con la mierda hasta el cuello... ¡Mantén la boca cerrada!

7.16.2016

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN.

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 ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el Paraíso.

Amén.

7.06.2016

Había una vez un pintor que solo pintaba flores porque eran lo que más le gustaba en el mundo. El pintor de flores viajaba por todo el mundo retratando a todas las flores que encontraba.

Un día, no se sabe cómo ni por qué, el mundo se quedó en blanco y negro. Los científicos no encontraron explicación. Tan solo los talleres de los pintores se habían salvado. Solo sus cuadros y sus pinturas conservaban el color. Todo lo demás, era blanco y negro.

El pintor de flores tuvo una idea, y envió un mensaje a todos los pintores del mundo. En el mensaje decía:

Queridos compañeros:

Somos pintores. Desde que el mundo es mundo hemos retratado la naturaleza en nuestros lienzos. Devolvamos a la naturaleza lo que le pertenece. Os animo a que os unáis a mí para pintar el mundo de nuevo.

Firmado: El pintor de flores.

Resultado de imagen para FLORESA todos los pintores les pareció una idea excelente, y se reunieron para repartirse el mundo. Los especialistas en retratos le devolvieron el color a la gente y a los animales, los especialistas en pintar bodegones pintaron las casas y lo que había en ellas, y los pintores de paisajes le devolvieron el color a los campos, a las montañas y al mar.

- Y tú, ¿qué pintarás? -le preguntaron al pintor de flores.

- Yo, pintaré las flores -respondió.

- Las flores ya están asignadas -le dijeron-. Forman parte del paisaje, ¿recuerdas? Las flores las pintarán los paisajistas.

- Bueno… entonces os ayudaré preparando los colores -dijo el pintor de flores, muy triste.

En pocos días estaba todo terminado. Todo era perfecto, menos las flores. Los pintores de paisajes las habían pintado sin cuidado, y apenas se diferenciaban en ellas los matices, los colores, los detalles. La gente estaba triste por ello.

- Lo sentimos, pero no hemos sabido pintarlas mejor -dijeron los pintores de paisajes-. Con tantas flores diferentes y todo el trabajo que teníamos por delante no podíamos dedicar tanto tiempo a las flores.
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El pintor de paisajes cargó con sus colores y sus pinceles y con gran delicadeza se dedicó a devolverle a cada flor sus colores y su personalidad.

- ¿Estás loco? ¡Tardarás cien años! -le dijeron los demás pintores.

- Como si tardo mil -respondió el pintor de flores.

La gente de todo el mundo recibía al pintor de flores con gran alegría cuando llegaba a sus pueblos, y le ofrecían lo mejor que tenían durante el tiempo que estaba pintando sus flores.

Y así fue como el delicado trabajo del pintor de flores le devolvió por completo la alegría al mundo entero.
                  

Autor: Eva María Rodríguez.